martes, 22 de junio de 2010

Vigilancia Revolucionaria Ininterrumpida


La hiel y odio que destila QG son la mejor prueba de que ha quedado seriamente herido en sus pretensiones ideológicas y posiciones políticas, lo lamentamos. Consciente del carácter atrabiliario de su respuesta “teórica” busca curarse en salud y cita a Lenin: “la injuria en política encubre a menudo la completa carencia de ideas, la impotencia, la flojedad repugnante de los injuriadores”. No vamos a responder entonces a insultos, calumnias y fantasías producto de los efectos del etilismo que lo llevan a desvariar utilizando un lenguaje rebuscado que no logra ocultar el carácter chabacano que trasluce en su escrito. Tampoco vamos a discutir sobre su proclamada condición de “partido” marxista, leninista, maoísta, comunista u obrero, pues no por mucho decirlo, repetirlo, machacarlo o pegar estampitas se es tal. Si quisieron seguir en el Partido del Pueblo, pero fueron expulsados como dicen, es su problema, sólo nos interesaba comprobar la matriz kautskiana del etapismo.

Damos por concluida la que pudo haber sido una oportunidad de llevar adelante una discusión o debate sano y de altura. Creemos que el escrito ¿"Revolución por etapas ininterrumpidas" o Revolución interrumpida por etapas? [http://www.kaosenlared.net/noticia/revolucion-etapas-ininterrumpidas-revolucion-interrumpida-etapas] responde contundentemente a sus argumentos y además incluye los enlaces de los artículos citados para evitar suspicacias y poder verificar la veracidad de los contenidos de las fuentes en su contexto. Lo que hoy justifica este escrito rebasa el marco del debate teórico y nos sitúa ante un problema que guarda relación con la seguridad, preservación y fortalecimiento del movimiento revolucionario, dado el papel diversionista que viene jugando QG. Y es que a las interrogantes ya planteadas (“¿A qué o quién responde el “camarada” QG? ¿A qué intereses sirve? ¿Quién se beneficia con todo esto? ¿Está confundido o está siendo utilizado, consciente o inconscientemente, por el “neoDuce” Martinelli? ¿Estamos ante un revolucionario despistado o ante un vulgar provocador?”) , se agregan nuevos cuestionamientos como veremos.

El momento es de lucha y los más diversos sectores manifiestan su repudio al proyecto de ley 177 sobre aeronáutica comercial bautizada con varios nombres (Camarón, Langosta, Chorizo, Paella, Golazo, 9 en 1, finalmente Ley 30 sancionada) por su aberración jurídica y los métodos antidemocráticos de su imposición. Esta ley cercena el derecho de huelga y la cotización sindical, elimina los EIA en obras que el gobierno considere de interés social (sic) y le da licencia para matar a las unidades de la Policía Nacional. Durante los foros de discusión y jornadas de protesta en la calle el grupo QG no aparece por ningún lado, no participan de la lucha. Sin embargo, es el momento que escoge el escribiente del grupo para distraernos de los compromisos de lucha que reclama el momento político a todo luchador social y revolucionarios. Basta revisar los reportes e información en Kaosenlared/Panamá para confirmar lo dicho. Mientras todos los sectores populares se ocupan de combatir la Ley Camarón (Ley 30), él se dedica con su nuevo “aporte teórico” a arremeter contra los obreros organizados y la fuerza política de izquierda que orienta a un importante sector de los mismos.

Pero veamos. Llama la atención que se tuviera lista una “respuesta” al citado escrito para publicarla en el momento más oportuno: justamente tras aprobar la Asamblea Nacional la mencionada Ley Camarón, para el día siguiente (13-6-2010) QG cuelga su escrito que nada aporta al debate ni a la lucha contra dicha ley, pero lleno de insultos y denuestos contra quienes nos oponemos a la misma. Esta acción coincide a su vez con la maniobra de distracción del Diputado Carlos Tito Afú que se presentó un día después (14-6-2010) a la Corte Suprema de Justicia dizque a reclamar el impulso que debe dársele al caso CEMIS. ¿Coincidentes maniobras diversionistas? ¿Es o se hace el bobo? ¿No es consciente de lo que hace y deviene en tonto útil del Doce Martinelli?

Sigamos. No es la primera vez que se da este tipo de “coincidencia”. En el escrito, ¿"Revolución por etapas ininterrumpidas" o Revolución interrumpida por etapas?, planteamos con toda claridad que “Lo que sí nos preocupa –y mucho- es el momento político escogido para atacar un artículo que fue publicado en noviembre de 2008, precisamente en el momento en que se instaura en Panamá el gobierno autoritario de Ricardo Martinelli (el cual señala el propio QG “da al país un rostro fascista, neoliberista y antipopular”) que lleva al movimiento popular y revolucionario a plantearse el enfrentamiento a sus medidas retrógradas contra la CSS y el sistema educativo, reformas anti-obreras al Código de Trabajo, instalación de bases militares, desalojos de pobladores, campesinos y pueblos originarios, criminalización de la protesta social, etc. Es justamente lo que el gobierno necesita en este momento: utilizar todas las formas posibles para difamar, distraer, atacar y tratar de golpear a la fuerza política revolucionaria capaz de hacerle frente.” ¿Fue por casualidad que coincidiera dicha acometida y difamaciones en ese entonces? ¿O, más bien, estábamos ante el inicio de la burda campaña de embustes y vilipendios que emprende este “grupo de opinión”?

Los hechos hablan. La absoluta desvinculación del fantasmagórico partido maoísta de Panamá con el movimiento obrero y de masas, termina por llevarlo a confesar que sus intentos de relacionarse con las masas se reducen a un esfuerzo mental para “colmar la distancia” que los separa de las mismas. En su frustración y coincidiendo con los argumentos de la Ministra de Trabajo al conculcar el derecho a huelga (Ley Camarón) y tratar de liquidar el movimiento sindical, lanza su embestida contra el movimiento obrero panameño espetando que “de partida habría que señalar que el movimiento obrero sindicalizado, dentro de la clase obrera como conjunto, resulta asaz una ínfima parte de ésta.” Sin embargo, ni la Ministra ni QG tienen la honestidad de señalar que una de las causas de la baja sindicalización en algunos sectores es precisamente la negación de ese derecho a los trabajadores del sector público en las entidades ministeriales, a los educadores, trabajadores de la salud, a los bancarios, de la Zona Libre de Colón, de las universidades, de la CSS, entre otros, y por la persecución y represión sistemática de la patronal y gobiernos de turno contra los asalariados organizados o que tratan de organizarse en sindicatos. Pero QG no ataca la falta de libertad sindical, más bien esgrime los mismos argumentos de la Ministra para hacer coro a sus ataques contra los sindicatos. ¿Acaso tendremos que preguntar quién “se ha puesto a repetir todas las imbecilidades que propala la burguesía” para justificar la ofensiva desatada contra el movimiento sindical?

El pez por la boca muere. En un informe que el grupo de QG presenta a la Conferencia de CIPOML [http://www.icmlpo.de/es/7con/country/panama.htm] donde confiesa como su grupo ha andado de tumbo en tumbo perdiendo gradualmente a los integrantes que iniciaron el grupo, como fracasaron en sus intentos entristas en varias organizaciones estudiantiles, de cómo fueron infiltrados a su vez por agentes “revisionistas” y del G-2 de la Guardia Nacional, de cómo el Secretario General del grupo fue “quebrado en la cárcel y devenido agente de los servicios de inteligencia del régimen militar”, entre otros hechos. Siendo todo esto dicho en sus propias palabras ¿Cómo se explica que dicho “ex secretario general” vuelva hoy a la cúpula del grupo instaurándose como uno de los tres miembros que integran su “comisión política”? ¿Es tan ingenuo el “camarada” QG o es cómplice y compañero de viaje del “ex secretario general” en una nueva aventura política?

Seguiremos atentos. Indaga “¿Cuándo descubrió Usted que QG era un “provocador” y un “agente de Martinelli”? En verdad no lo hemos afirmado ni confirmado, pero surgen muchas interrogantes a ser aclaradas. Por ahora es simplemente una hipótesis e indagamos al respecto. ¿Será esta una conducta inconsciente motivada por sus frustraciones y fracasos políticos o personales? Podríamos entenderlo de ser así, pero no justificarlo. Lo cierto es que no creemos en su ingenuidad política ni en que sean meras casualidades las coincidencias que se dan entre el momento político que se vive y sus arremetidas contra el movimiento popular y revolucionario, especialmente viniendo de un viejo, sesudo y experimentado militante de papel formado, según manifiesta, en las escuelas de cuadros del revisionismo. Seguiremos observando –y teniendo presente las tácticas de su “ex secretario general”- más atentos a lo que hace que a lo que dice para encubrirse.

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